Las sensaciones son emociones que
la mente trae al presente para añadirlas a situaciones en las que estamos
estancados. Son como la sal o el azúcar que añadimos a las comidas. Como el
miedo que le añadimos a la oscuridad o el sufrimiento al dolor del corazón.
Tanto la sal como el azúcar, según
los profesionales de la salud, hay que ir poco a poco eliminándolos de nuestra
dieta, no son necesarios. Igual pasa con esas sensaciones negativas que por
extraño que parezca hay veces que nos gusta regocijarnos en ellas, el drama llorón
del que culpamos a los demás, a las circunstancias externas.
El ser humano está creado en tres
dimensiones: CUERPO al que tenemos que cuidar para que dure mucho y en las
mejores condiciones; MENTE el centro de
procesamiento de nuestras vivencias, creencias, sentir, interpretar, con una
gran fijación para llevarnos al pasado y
al futuro; ALMA conecta las otras dos dimensiones, cultiva los sentimientos según
el niño que ha crecido en la mente del cuerpo que ahora somos.
P.D. Si tu vida es una repetición
del mismo sufrimiento ve a buscar tu niño interior puede que siga enfermo, solo
y abandonado con el alma y la mente pidiéndote que te ocupes de él y actúes en consecuencia.
H.R.M.
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